En el universo de todas las
posibilidades envueltas en un terso velo, justo acá pareciera que todo recobra
el peso perdido por el desgaste de un tiempo ya desdibujado. No queda más que oír,
sentir y disfrutar mientras intento moldear el tiempo para tomar de él solo esos
preciosos momentos que logro retener en sueños y que me acompañan para recordarme
de qué estamos hechos cada vez que cruzo mi mirada con su silueta
resplandeciente y estilizada.