“El amor es para la gente real”.
Gente fea, de piel grasosa, espinillas en la espalda, motas en el ombligo, uñas
que ya estuvieron encarnadas; gente de espalda encorvada y panza desbordada por
encima del cinturón; gente con mal aliento en las mañanas, en las noches o todo
el día; gente que se saca los mocos y los pega debajo de las sillas; gente que
se rasca los oídos con las llaves de la casa; gente que prefiere colarse en la
fila a tener que esperar 7 horas más en ella; gente que prefiere distraerse denigrando
del otro que leyendo un buen artículo, o libro, o cómic, o calendario de
farmacia con caricaturas de perritos enamorados; gente que se enfurece y golpea al que sea por lo que sea; gente que
desayuna sopa con cabezas de pollo; gente que se lava las manos luego de
saludar a alguien en la calle llamándolo “parcero”, “amigo” o “hermano”; gente
que acepta mejor el feísmo como realidad. Sí, somos más y es verdad: hay que
ser un total cara de verga para seguir amándonos en medio de tanto realismo.
3 comentarios:
o pa soñadores.
Ist.
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